Recientemente, debido a la migración de lo presencial a la virtualidad a causa de la pandemia, las plataformas digitales han causado un gran furor, puesto que la necesidad de implementar o potencializar el e-commerce en una empresa bien sea de productos o servicios es una respuesta a la necesidad del mercado nacional e internacional.
Para cualquier negocio en línea o que este inmerso en cualquier red social se hace necesario desde el punto de vista práctico y legal, dos documentos que deben coexistir para el funcionamiento de la empresa, esto es los Términos y Condiciones (T&C) y las políticas y tratamientos de datos. Estos son acuerdos entre la empresa y cualquier persona que acceda a la plataforma de la empresa con la intención de comprar o informarse.
Comúnmente se piensa que la obligación de estos documentos es solamente para quienes tienen una aplicación móvil o para quienes venden productos o servicios en línea, pero esta inmersa en toda empresa que tiene una página web. En Colombia, el marco legal que sustenta estos documentos son la ley 1581 de 2012, ley 527 de 1999 y el Decreto Reglamentario 1377 de 2013 y lo consignado en el artículo 15 de nuestra Constitución Política, que aplican y sustentan el tratamiento de los datos personales, los derechos, deberes de tanto de usuarios como responsables.
Muchas empresas cometen el error de pensar que T&C y la política de tratamiento de datos no son tan importantes o que son accesorios, pero se olvidan de que pueden ser objeto de reclamaciones ante Superintendencia de Industria y Comercio o un litigio debido al mal uso de la información que obtienen de las personas que los contactan o que les compran. Además, responde a la necesidad de generar confianza y credibilidad de los usuarios con respecto al uso adecuado de los datos que se manejan en los sitios; evitando, estafas, robos de identidad y los delitos informáticos en los que se pueden ver inmersos.
Aunque quizás muchas personas no lean estos documentos, estos serán un soporte que te permitirá protegerte en caso de cualquier eventual o conflicto que surja, haya sido causado por ti, por el cliente, o bien, por algún tercero. Así que es una forma de proteger tu empresa de una manera legal y contractual acorde a las necesidades de mercado.