Mi nombre es AQ, nací en la ciudad de Cali, Colombia, terminé mis estudios en la Universidad de Medellín, como Contador, recibí mi título de Contador Público Titulado.
En1995 conocí a la que iba a ser mi esposa. La conocí en mayo de ese año en un instituto donde estábamos estudiando inglés, y en este mismo año nos casamos.
Mi esposa trabajaba en una aerolínea, y a través de ella conseguía pasajes de avión gratis o pagando precio parcial. Mi esposa tenía un hermano que vivía en Boston, Estados Unidos, y con la ayuda de él, y aprovechando el beneficio de pagar precio parcial por los pasajes de avión, vinimos a pasear a Boston, en 1998, durante 10 días, durante ese tiempo en Estados Unidos, aunque no salimos mucho, nos gustó lo que vimos, sobre todo a mí: la amplitud de las calles, la tranquilidad, lo limpio, moderno, grande, la nieve.
Cuando volvimos de esas vacaciones, me vine pensando cómo sería vivir en ese país, que me encantó.
En ese momento estábamos pasando por algunos momentos un poco difíciles económicamente y la empresa donde yo trabajaba también. Esta situación y la idea de vivir en otro país, que ya de por sí me había atraído mucho, influyó mucho para arreglar maletas, guardar todas nuestras cosas de la casa, nevera, cama, muebles, bicicleta, todo, en la casa de una amiga.
Cuando le comenté la idea de venirnos para Estados Unidos a los que eran mis jefes en ese momento, me motivaron a que lo hiciera, no en seis meses o un año, como lo tenía pensado, sino inmediatamente, que las cosas estaban dadas para que lo hiciera.
Por otro lado, el hermano de mi esposa nos aceptaba y nos ayudaría a ubicarnos. Así que, con dos maletas, y la idea de quedarnos por 3 años, para trabajar y luego volvernos, nos vinimos en febrero de 1999. Hicimos escala en Miami y de ahí a Nueva York. No tuvimos ningún problema al ingresar porque teníamos visa de turismo, y nos dieron 6 meses para quedarnos, aunque en realidad uno dice que va a ser por poco tiempo porque se supone que vinimos de vacaciones.
Estuvimos en Nueva York, 2 días y de ahí salimos por carretera hacia Boston en una Van que hacía viajes de Nueva York a Boston y viceversa, recogiéndolo y dejándolo en la dirección que uno necesitara.
Así que llegamos a Boston, y desde ese día nos instalamos y nos quedamos aquí.
Llegamos al apartamento del hermano de mi esposa, apartamento de una sola habitación, con un baño y que él compartía con otras tres personas, dos primos de él y un amigo.
Como mi esposa y yo veníamos de trabajar en oficina, y yo era Contador, estas personas tenían la impresión, y así lo manifestaban, que no éramos capaces de trabajar en lo que ellos hacían, cocina, como lavaplatos, cocinero, y otros oficios. Así que no hicieron mucho por ayudarnos a conseguir trabajo. Sólo un mes después, uno de ellos me dijo que había un trabajo de lavaplatos en el museo, que fuera y hablara con el encargado haber si me daba trabajo y haber si sí era capaz, porque “trabajar en cocina es muy duro y no es para cualquiera”.
Pues fue, y ahí mismo empecé a trabajar, de lavaplatos. Y tenía razón en lo de que era muy duro, pero no de que no sería capaz. Cuando llegué en la noche al apartamento y me senté en el piso, casi no me paro de lo molido y cansado que estaba.
Así fue mi primer trabajo, y el siguiente fue igual, lavaplatos. En estos trabajos tendrían una pequeña variación donde combinaba la lavada de platos con preparación dentro de la cocina.
Este primer trabajo fue en marzo. En mayo del mismo año empecé en un restaurante de lavaplatos, curiosamente con los primos de mi esposa que ya vieron que yo si era capaz de trabajar en cualquier cosa.
Algo diferente pasó con mi esposa, donde nadie le ayudó a conseguir trabajo, ella misma se fué al centro a preguntar en diferentes partes, como restaurantes, sí tenían trabajo, y así lo consiguió y desde el principio tuvo muy buena recepción por parte de los dueños o administradores de esos sitios y así fue avanzando poco en los diferentes trabajos, donde llegó a ser supervisora y administradora de algunos de los sitios donde trabajó, y los jefes y compañeros la apreciaron tanto, que la recomendaban ampliamente para otros trabajos, y algunos de los gerentes de esas compañías cuando se iban a trabajar a otro lado, volvían por ella a pedirle que trabajaran con ellos. Y todavía le sigue pasando.
Nos gustó Boston por la facilidad de transporte, la tranquilidad, no es tan grande como otras ciudades. Hemos sido bien tratados, siempre hemos tenido trabajo, la ciudad es bonita y acogedora, tiene las cuatro estaciones, en fin, tiene muchas cosas buenas y ni se nos ha ocurrido de irnos para otra ciudad o estado.
Vamos a ajustar 20 años de estar aquí, durante los primeros 5 trabajé en restaurantes, pero permanecí en uno cinco años trabajando en la mañana, y en las tardes en otros. Después de esos primeros 5 años me pasé a trabajar a un hospital, en la cafetería, haciendo sándwiches, luego ensaladas, cocinero, y conductor, en el mismo hospital. Iba a desarrollar la carrera de cocinero, pero no logré establecer un horario fijo en la mañana, así que me moví para otro departamento dentro del hospital con un horario fijo en la mañana.
En el restaurante donde trabajé 5 años, obtuve mi permiso de trabajo a través de ellos. En el 2000 hubo elecciones presidenciales aquí, en Estados Unidos, salía Clinton de la presidencia, y antes de hacerlo firmó una ley o decreto, el 401i, que permitía a un empleador o familiar, patrocinar a su empleado o familiar, para obtener permiso de trabajo, para el cabeza de familia, y el cónyuge e hijos se podían incluir. Entonces el dueño del restaurante nos llamó a mí y otros 6 trabajadores, nos dijo de la regulación, que él nos firmaba la solicitud, pero que cada uno debería correr con los gastos. Así lo hicimos todos. Por mi parte, mi esposa también obtuvo permiso de trabajo, y ya pudimos trabajar sin ningún problema, ya no éramos indocumentados o “ilegales”.
Cada año renovamos el permiso de trabajo, el cual nos permitía trabajar sin ningún problema, donde quisiéramos, claro, pasábamos por los mismos trámites de entrevista y verificación de documentos, para ver si estábamos autorizados a trabajar legalmente. Renovamos el permiso de trabajo durante 8 años, y al cuarto o quinto año hicimos solicitud de residencia (Green Card). Teníamos que sacarnos las huellas, teníamos entrevista con oficiales de inmigración, renovamos permiso de trabajo, etc. Con pago de abogado, huellas, renovación y otros documentos que requerían, pagamos entre$15.000 y $20.000 dólares, en el transcurso de esos 8 años (del 2000 al 2008). Hasta que la residencia fue aprobada en el 2008, para mí esposa y para mí. En el 2002 nació mi hijo, lo que no influía para el proceso en el que estábamos de legalizar nuestra situación de inmigración.
Desde que nos hicimos ciudadanos de Estados Unidos, hemos votado en todas las elecciones, y como podemos conservar la colombiana, también participamos del proceso electoral de Colombia. No sólo es un derecho, sino también un privilegio poder votar, y lo hacemos cada vez.
Aunque soy Contador Público Titulado, sólo he ejercido mi profesión en una empresa, llevando contabilidades, y el pago era muy poco entonces no continúe. Lo hice por 8 meses. He solicitado trabajo en contabilidad donde trabajo actualmente, pero no me han aceptado, me han dicho que mi experiencia y conocimiento son muy viejos, que necesito volver a la universidad.
Aquí en Estados Unidos todo el mundo tiene que declarar impuestos, aunque no pague, así que, aprovechando mi experiencia y mi conocimiento, hice un curso de elaboración de impuestos y no tengo que pagarle a nadie por hacer mi declaración de renta, y aunque no trabajo en eso ni en contabilidad, me ha servido mucho para mi vida financiera y he podido ayudar a muchas personas, así que por ahora continuaré en el departamento de suministros.
Actualmente trabajo en un hospital, en el departamento de suministros. Suministros que se usan en la mayoría de las cirugías del hospital. Mi horario de de 6 am a 2 pm. Uso el resto de la tarde para llegar temprano a casa, cocinar, ver los partidos de fútbol de Europa (Champions Ligue, Eurocopa, o ligas), ir a cine con mi familia, eventos, etc. Sólo trabajo 40 horas a la semana y ocasionalmente horas extras. Nos gusta recibir amigos y familiares en casa y mostrarles la ciudad y compartir nuestro estilo de vida.